Mejora la salud de Ignacio Grizzo



El joven quilmeño de 20 años que fue arrojado de su auto el 29 de abril tras el robo del vehículo, a un mes del hecho, abrió los ojos y comienza a responder a los estímulos.



El hecho de inseguridad ocurrió la madrugada del sábado 29 de abril en el límite entre Quilmes y Bernal, en la calle Suipacha al 200.

En comunicación con Quilmesadiario, Antonio Grizzo, padre de Ignacio, dijo que desde el miércoles pasado  "lo único que puede mover de momento son los ojos. Le decimos que los cierre o los abra y lo hace. Nos puede escuchar".

Continúa en terapia intensiva, en observación por nerocirujanos y terapistas ocupacionales que analizan su evolución y el cierre de su herida. La última semana lo sometieron una traqueotomía para ayudarlo a respirar y le colocaron drenajes en la cabeza para ayudar al cerebro a expulsar líquidos que no podía absorber. Estos drenajes fueron los que hicieron posible que Ignacio abriera los ojos, y los médicos estarían evaluando retirárselos próximamente.

Si bien continua en observación y a pesar de que su estado es delicado, Ignacio está estable y evoluciona sin complicaciones. Su familia espera novedades con paciencia ya que el proceso de recuperación es crítico y lento.


Los medios nacionales y la policía

El miércoles 24 de mayo, los medios nacionales se enteraron de la situación crítica por la que está pasando Ignacio, por lo que acudieron a la clínica Trinidad donde el joven se encuentra internado. Tras salir en éstos medios y difundirse su caso, la policía se comunicó con la familia para decirles que encontraron los restos del auto, porque aparentemente habría sido desarmado y vendido por partes, y que dieron con uno de los delincuentes. Antonio Grizzo, dijo que éste asaltante ya estaría preso por otras causas y que la policía "está en camino a encontrar al otro".




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