Reconocen a Jorge Morales como "prócer federal"

El destacado artista folklórico Jorge Morales -nació en Rufino pero vive en Quilmes desde hace muchísimos años- será agasajado el próximo sábado en el histórico Cabildo de Buenos Aires. El acto será a las 11 y el Instituto Argentino de Folklore, junto a la Fundación Juan de los Santos Amores reconocerá su trayectoria y su talento con la distinción de prócer federal.

Quilmes. Llegó hace varias décadas de Rufino, provincia de Santa Fe y como tantos se dejó llevar por el "mal del sauce" quedándose a vivir en Quilmes, para desde ahí proyectar una carrera artística notable. 
Jorge Morales llegó allá por 1969 de la mano del inolvidable Hernán Figueroa Reyes, y fue construyendo su perfomance artística que lo llevó a llenar escenarios y recibir el aplauso de todos los públicos. Sin duda un cantor notable, reconocido como una de las voces más notables de nuestro folklore.
Figueroa Reyes estaba en su esplendor cuando quedó conmovido por la voz de Jorge Morales y decidió impulsarlo hacia Buenos Aires, con Quilmes como base.
En 1972 ganó el premio Venado de oro en el abrazo celeste y blanco.
En 1973 fue elegido por la prensa como revelación de Cosquín.
Fue ganador de la guitarra de plata en el festival de folklore argentino español de 1979, en Capilla del Monte, Córdoba, además fue consagración profesional en el Festival Victoria en 1980, en La Pampa.
Fue finalista del festival OTI de la canción iberoamericana con el tema Simplemente mujer, de Eduardo Falú y Jaime Dávalos.
Integró la delegación que viajó a Japón en 1982 junto al conjunto Condorkanki, dirigido por René Careaga, realizando recitales en las más importantes ciudades y teatros nipones.
En 1988 recibió el premio Kilme de honor.
En la actualidad está presentando su último disco El santafesino, donde vuelve a mostrar la claridad de una voz que se mantiene firme después de tantos años de escenarios y aplausos.
El sábado sumará un nuevo reconocimiento: en la semana de Mayo, el histórico cabildo será el escenario para recibir el diploma de prócer de la cultura. Sin duda, un logro más que merecido.

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