Ignacio Seguí tenía 16 años. el martes por la noche, como muchas veces lo hacía, se juntó con sus amigos en una plaza de Berazategui. De regreso, pasó por la casa de uno de ellos a buscar su mochila y siguió camino a la suya. Le faltaban menos de tres cuadras para llegar cuando recibió un tiro en el pecho. Caminó unos metros más y cayó muerto en la vereda.
Ocurrió en la calle 112, entre 19 y 20. Solo faltaba la mochila de la víctima, en la que guardaba ropa. No había salido con su billetera y tampoco con el celular, porque se le había roto.
HIPÓTESIS ROBO
Los investigadores trabajan sobre dos hipótesis: por un lado, un homicidio en ocasión de robo ya que su asesino se llevó la mochila en la que el adolescente tenía nada más que ropa.
“No andaba con plata porque la billetera la había dejado en su casa, y el celular se le había roto”, indicaron fuentes con acceso al expediente al diario Clarín.
HIPÓTESIS VENGANZA
La segunda hipótesis que no se descarta es que el homicidio del adolescente tenga que ver con una venganza: “Hace un par de semanas, justo a la vuelta de donde lo mataron esta madrugada, le habían querido robar cuando volvía a su casa junto a un amigo. Al resistirse, recibió un puntazo en la panza y le habían tenido que dar tres puntos”.
Las fuentes agregaron: “Puede ser que lo hayan asesinado los mismos que no pudieron robarle la otra vez... Es muy raro que nadie haya escuchado ni un auto ni una moto ni una discusión... Es como si hubieran ido solo a matarlo”.
CÁMARAS DE SEGURIDAD
La Policía busca ahora en las cámaras de seguridad de la zona identificar al agresor y también conocer si escapó a pie o en auto después de asesinar a Ignacio. El joven era hijo único, vivía con su mamá y su abuela y estaba en tercer año del colegio secundario.
El hecho es investigado por el fiscal Ernesto Daniel Ichazo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 descentralizada en Berazategui.
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