El Departamento de Justicia y Paz de la Diócesis de Quilmes dio a conocer su mensaje para conmemorar el nuevo aniversario del Primer Gobierno Patrio: "Poco o nada para celebrar "
Aquella semana de mayo, la iglesia acompañó el día en que comenzó a germinar la semilla de la autodeterminación de los pueblos. Después de 208 años la Diócesis de Quilmes busca expresar la preocupación frente a un nuevo pedido al FMI, por parte del gobierno nacional, de “salvataje económico”. Y advierten sobre las consecuencias de pobreza y exclusión frente al endeudamiento.
AL LADO DE LOS
DESCARTABLE
La Iglesia, que peregrina en Berazategui, Florencio Varela y Quilmes, pide estar siempre del lado de los “descartables” de la historia como describe el Papa Francisco a las multitudes que sufren la injusta distribución de una riqueza que, cada vez más, se concentra en menos manos. El problema de nuestra Patria, plantea la Iglesia, no habría que focalizarlo en las carencias de los pobres sino en la acumulación de los ricos, que es su causa.
En este sentido, la reciente publicación de las “consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico-financiero” de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para Promover el Desarrollo Humano Integral (17/05/2018) son oportunas reflexiones para entender la necesidad de una base ética de las cuestiones económicas y financieras.
OSCUROS NEGOCIOS
La Argentina, como tantos otros países “emergentes”, padecen las consecuencias de oscuros negocios que trascienden la Patria y que nadie regula, y como dice el documento vaticano, “es necesario igualmente permitir y alentar razonables vías de salida de la espiral de la deuda, no poniendo sobre los hombros de los Estados –y por tanto sobre los de sus conciudadanos, es decir, de millones de familias cargas que de hecho son insostenibles.”
OSCUROS NEGOCIOS
La Argentina, como tantos otros países “emergentes”, padecen las consecuencias de oscuros negocios que trascienden la Patria y que nadie regula, y como dice el documento vaticano, “es necesario igualmente permitir y alentar razonables vías de salida de la espiral de la deuda, no poniendo sobre los hombros de los Estados –y por tanto sobre los de sus conciudadanos, es decir, de millones de familias cargas que de hecho son insostenibles.”
Confiamos que esta semilla sembrada en los acontecimientos de Mayo de 1810, la cual fue creciendo y arraigándose en el corazón del pueblo argentino a través de los siglos, y que se expresan en la lucha diaria de cada familia argentina en la búsqueda de la dignidad y la justicia, la impulsen a buscar y reclamar con fe y esperanza una patria más fraternal y solidaria.
Nos ponemos bajo la protección y el amparo de nuestra Madre, Virgen de Luján, Patrona de nuestro pueblo, para que no deje de acompañarnos en nuestras búsquedas y reclamos a favor de los más excluidos y olvidados.
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