Miles de argentinos continúan varados en el exterior. Carolina Greco es de Quilmes y nos cuenta su drama desde Japón

Por Candela Avgustin. La situación de entre 10 y 18 mil  argentinos en el exterior es angustiante: una gran cantidad de personas siguen varados alrededor de todo el mundo sin poder volver a sus casas, con la incertidumbre y la falta de respuesta del Estado. Carolina Greco, una joven de treinta años, lo vive en carne propia desde Japón. Vecina de Quilmes, es uno de los tantos casos mencionados. Carolina y su novio llegaron a Japón el 22 de enero, con la intención de quedarse hasta el 12 de abril, para disfrutar de un viaje que tenían planeado desde hace dos años. A la semana de su estadía, comenzó el brote de coronavirus.


Aún llamando a la aerolínea para pedir adelantar el regreso a casa, el 26 de marzo el gobierno argentino anunció el cierre de fronteras total, lo que resultó en una cancelación de su vuelo. Si bien el Estado programó vuelos de repatriación, la situación de los argentinos en Japón (que según datos de la Embajada rondan los 300) es delicada. Al estar tan lejos, no hay vuelos directos: “Si o si tenemos que hacer alguna escala en algún otro país. Nosotros en nuestro vuelo teníamos dos escalas en Canadá y después en Chile. Al cerrar las fronteras en Argentina, directamente nos cancelaron el vuelo porque íbamos a quedar varados en el aeropuerto”.

DIEZ MIL ARGENTINOS

El caso de Carolina no es el único. Según datos oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores, hay 10.000 argentinos varados en distintos países del mundo a causa de la pandemia. Así, el Gobierno contabiliza unos 3.000 argentinos varados en México, 2.500 en Estados Unidos, 400 en Cuba, 100 en Costa Rica, 1.000 en Perú, 2.300 en España, 800 en Italia, 200 en India, 300 en Tailandia, 350 en Australia, 200 en Nueva Zelanda y en Brasil no hay datos oficiales, entre otros casos.

LAS EMBAJADAS NO DAN RESPUESTAS

Las Embajadas no dan respuestas, más que acompañamiento moral y el sentimiento de incertidumbre ante la ausencia del Estado se hace cada vez más duro. Carolina cuenta que allí todo es caro: la comida, la estadía, la extensión de la visa, todo se paga en dólares. La salud es privada por lo que los cuidados están llevados al máximo. Al menos en su caso, ni ella ni su pareja pudieron acceder a la ayuda económica decretada por el Ejecutivo.

SE REFUERZAN LAZOS SOLIDARIOS

Igual que en el resto de los países, se refuerzan los lazos de solidaridad entre los afectos: “Yo estoy en un grupo de WhatsApp de varados acá en Japón donde nos mantenemos al tanto de la información que pueda llegar a aparecer “ y agrega “lo que me preocupa es que hay gente mucho más vulnerable que yo que no tiene la plata. Nos ayudamos entre todos porque no queda otra”.
Extraoficialmente, ONG y diputados opositores sostienen que la cifra podría trepar a los 18.000 argentinos ya que sumadas a aquellas personas varadas por turismo se le añaden miles de personas que empiezan a perder sus trabajos en el exterior, se cancelan sus programas de estudio, la cobertura sanitaria donde se encuentran no los puede atender o simplemente la desesperación se hace presente y quieren regresar cuanto antes a sus hogares

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