Julia y sus hijos, refugiados en un viejo edificio abandonado, no tienen ni para comer

Por Pedro Navarro. Julia y sus hijos, quienes se encuentran refugiados en un viejo y derruido edificio de una ex fábrica en la zona Oeste del distrito, continúan esperando una respuesta del Municipio a su dramática situación. Este domingo no tenían nada para comer y gracias a gestiones de Quilmesadiario ante una ONG del distrito, se logró que reciban algunos  alimentos  y elementos de cocina porque "no tienen nada". En diálogo con este medio, dijo que hace dos semanas, cuando se refugió en el lugar, víctima de violencia de género,  fueron dos personas del Municipio a verla, "me trajeron una bolsa de alimentos, unas frazadas y me prometieron que me iban  a alquilar una casa por seis meses pero eso no se cumplió. "No volvieron más". Necesito colchones en forma urgente y alimentos. No tenemos nada para comer" Quiere enviar a sus hijos a le escuela pero no tiene nada. El Ejecutivo municipal continúa sin dar respuestas a consultas y sin opinar sobre el tema.

Quilmesadiario viene reflejando esta situación desde el viernes de la semana pasada. La publicación originó que a pedido de una concejal de la oposición, el Concejo Deliberante aprobara una minuta de comunicación, votada por unanimidad, mediante la cual se le solicita al Ejecutivo que se ocupe del problema de Julia y sus hijos.

Son cinco los hijos que viven con ella

Julia dijo que con ella, en el lugar no apto para vivir, están cinco hijos y no 3 como habían dicho vecinos. . Tres chicas, de 5, de 13 y  de 15 y un varón de 10. También tiene uno de 23 que "cuando puede hace changas pero también tiene que atender a una hijita de él y a su madre.. Me ayuda cuando puede".

No van a la escuela

Julia dijo que quiere que sus hijos vayan a la escuela pero "no tienen nada; ni ropa, ni zapatillas, ni útiles ni guardapolvos". 

Ración de comida

Como ya lo hemos dicho, gracias a las gestiones de vecinos, la familia recibió una ración de comida diaria que cocinan en una sociedad de fomento de la zona.

Reconoció que ayer (sábado), no quiso recibir la comida porque "estaba mal. Hay gente que me promete alimentos o cosas, me entusiasman y después no cumplen".

No tiene cocina, baño ni agua

Parrilla donde cocinan

Julia dijo que tuvo que improvisar una parrilla en el piso y que la usa para poder calentar algo con leña pero no tiene ni cacerola ni utensillos, sólo una ollita. "No tenemos ni cocina ni garrafa" pero lo más preocupante es que no tiene alimentos". 

Tampoco tienen baño. "Hacemos muestras necesidades en un tacho", contó con cierta vergüenza. El agua la tienen que ir a buscar a unos cien metros y la llevan en bidones.

Este domingo, desde una entidad, sin fines políticos ni religiosos, logró obtener alimentos para la emergencia y algunos utensillos.

Debe buscar el agua por el barrio


Municipio

Julia contó que hace dos semanas cuando se refugió en el lugar, fueron a verla una mujer y un hombre que dijeron que eran de la Municipalidad. Me dejaron una bolsa de alimentos y unas frazadas que no abrigan, me dijeron que me podían alquilar una casa por seis meses pero no vinieron más. Yo no tengo para darle de comer a mis hijos y por eso me deprimo  hay días que duermo todo el día. Solo cobro la asignación que son nueve mil por mes"

Violencia de género

Restos de colchones donde duermen

También contó que fue víctima de violencia de género, situación que se generó durante la pandemia. "No hice la denuncia porque ya no me molesta más", dijo.

Reconoce que hay días que está muy mal, deprimida  y de mal humor y que "le duele y preocupa la situación" pero insistió en que quiere que sus hijas vayan a la escuela".


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