La asamblea «No a la Entrega de la Costa de Quilmes y Avellaneda» tiene un recorrido ya de 14 años en alerta permanente frente a las sucesivas políticas públicas que, de manera sistemática, han dado continuidad a un proyecto de uso de los territorios costeros de ambos distritos que atenta directamente contra la calidad del ambiente y por ende está construyendo las condiciones para una realidad de deterioro irreversible de la calidad de vida de las generaciones venideras, en clara actitud de descrédito, ninguneo e indiferencia frente a datos concretos y tratados que a nivel mundial vienen circulando para visibilizar la necesidad (cada vez más urgente) de proteger y revalorizar las características y funciones de los Bienes Naturales Comunes, se trate de tierras públicas como privadas. Baste leer la Ley Nacional 26331 para entender este punto.
Desprecio
Como agravante, no sólo desprecian la persistente construcción de reclamo administrativo de esta asamblea y otros colectivos de la región que intentan llamar la atención sobre numerosos conflictos en esta línea, sino que cínicamente nutren sus discursos de terminología «preservacionista», logrando contenidos que a simple vista pueden parecer convincentes para la lectura apurada e irreflexiva. A nuestro entender, con esta actitud se aprovechan políticamente de la buena fe de la gente trabajadora.
"El territorio costero está siendo desvastado"
Ahora bien, no podemos dejar de reiterar, aunque nos cueste creer que sea necesario, que esta asamblea no es una organización partidaria y no busca «hacerle el juego a nadie». Precisamente la expresión habla de «juego» cuando en realidad es algo muy serio que está sucediendo. El territorio costero, pulmón y riñones verdes de nuestra sociedad cotidiana, verdadero tesoro natural de filtrado de aguas y aire, está siendo devastado con topadoras y camiones volcadores y volqueteros, al mismo tiempo que se publican notas como las adjuntas, festejando inversiones de varias decenas de miles de millones y aplaudiendo la inauguración de un vivero. Agrega la asamblea en un comunicado.
Exigencia a Mayra Mendoza y Cecilia Solera.
Exigimos a la intendente Mayra Mendoza y Cecilia Soler, de Obras Públicas, que le expliquen a la población por qué no cumplieron con su promesa de una reunión para discutir políticas de uso de suelo en el frente costero de Bernal y Quilmes; promesa que hicieron cuando fueron interpeladas públicamente en relación al desmonte en el canal Monteagudo. Con su silencio están confirmando que llevan adelante un proyecto de obras en la ribera que no quieren mostrar, que no quieren someter a audiencias públicas, que no quieren ver interpelado. Con su silencio muestran que hay en marcha negocios sobre el territorio costero. Negocios privados, sí, al mejor estilo neoliberal, aunque nos cueste creerlo y tolerarlo. Ese es el «juego» que nos están haciendo a todos y todas quienes habitamos estos distritos. La obra pública se diseña en función de esos negocios, y no en función del beneficio de la vida de hoy y de la vida futura.
Información de Avellaneda
Exigimos a Alejo Chornobroff, de Avellaneda, que ponga a disposición la información que compete a las obras de movimientos de suelos en la costa de Villa Domínico. Cínicamente también, el intendente Jorge Ferraresi hizo avanzar la rezonificación de aquellos territorios, incluyendo una porción que mide el 10% de la totalidad con la denominación de EcoArea. Sólo el 10%, contra un 90 restante que es, de hecho, el mismo ambiente, el mismo corredor biológico, con el mismo valor de conservación, pero que, otra vez en función de los modelos de negocios modernos, recibió la denominación de Area Industrial y de Servicios.
CEAMSE
Exigimos también a Mónica Capellini, de la CEAMSE, que no intente tapar el bosque con un árbol, buscando dar legitimidad a un «saneamiento» que es por lo menos dudoso y está directamente relacionado con la conservación del bosque real, el bosque ribereño, ecosistema asociado al humedal costero, ese bosque que supimos rescatar de los planes del Masterplan NCDP después de muchísimo esfuerzo y teniendo que trascender disputas partidarias a través de los años y las diferentes gestiones de gobierno.
Corredores biológicos arrasados
Al día de hoy nos duele mucho decir que estamos en un muy mal momento, que nuestros corredores biológicos costeros están siendo arrasados en nombre de una productividad engañosa, de la toma de deuda millonaria a costa de nuestros bolsillos y con ninguna garantía concreta de que se estén tomando decisiones correctas, sustentables ni circulares en términos de reciclado de recursos. Se está destruyendo el equilibrio natural para hacer caminos, terraplenes, barreras mecánicas contra las crecidas, plantas de transferencia de basuras a metros del agua del Río de La Plata, entubamiento de arroyos interiores, rellenos de cota del suelo para garantizar que no se inunden barrios cerrados, paseos comerciales y plantas industriales.
¿De qué sirve hermosear todo eso haciendo canteros de plantas nativas? No nos dejemos embaucar.
Convocatoria
El comunicado continúa: "Convocamos a todos los medios de comunicación responsables para con la verdad y el sentido común de solidaridad a que nos apoyen para desentramar una vez más éste laberinto de espejos que sólo concuerda con la clásica pulseada por llegar bien posicionados a las elecciones. Que dejen ya no de mentirse a sí mismos, pero que dejen de mentirle a la población: El CEAMSE no está recuperado. No puede ser aún un parque público. Las tierras de humedal, y nos referimos al ecosistema de hecho, al corredor costero de los dos distritos, al que conecta recursos naturales de la selva paranaense con la bahía de Samborombón, incluyendo todos los arroyos interiores que a su vez nos conectan con los distritos vecinos del suroeste; esas tierras son un patrimonio colectivo. Tenemos que trascender discusiones particulares de informes dominiales que sólo sirven para cambiar el eje de la discusión. El problema es regional y sistémico, y los Comités de Cuenca no trabajan, no se reúnen, no impulsan políticas concretas. Esas tierras de humedal son de hecho nuestros filtros hacia el río. Es un grave error seguir promoviendo rellenos y desmontes, que para más gravedad siguen promoviendo a su vez la concentración del territorio en pocas manos y, por decantación, el usufructo concentracionario que socializa los costos pero escatima los beneficios.
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