El arma era de verdad y estaba cargada pero no se sabe si tenía bala en la recamara

El arma utilizada por el ciudadano brasileño que logró llegar a pocos centímetros de vicepresidenta de la Nación cuando esta noche llegaba a su casa, era real. Se trata de una  Bersa Thunder 380, pistola semiautomática, conocida por su diseño basado en la Walther PPK. Se conoce que se confirmó que tenía 5 balas en su cargador pero no se sabe si una de ellas estaba en la recamara. 

El arma utilizada por el ciudadano brasileño que logró llegar a pocos centímetros de vicepresidenta de la Nación cuando esta noche llegaba a su casa, era real. Se trata de una  Bersa Thunder 380, pistola semiautomática, conocida por su diseño basado en la Walther PPK. Se conoce que se confirmó que tenía 5 balas en su cargador pero no se sabe si una de ellas estaba en la recamara. 

No tiene empleo en blanco

Se confirma quien llegó a estar al lado de Cristina Fernández, apuntarle y dispararle, es un ciudadano brasileño, de 35 años, identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel. Actualmente no tiene un empleado en blanco y su último trabajo registrado fue en rubros de servicio de transporte automotor

El detenido ingresó a la Argentina en 2018, procedente de Uruguay, y ya estuvo detenido el año pasado por uso indebido de armas. Poco después de haber sido capturado, en las inmediaciones del inmueble de la ex mandataria nacional los efectivos de la Policía Federal encontraron sobre la calzada una pistola Bersa calibre .380, que sería la utilizada durante el ataque.

Vive en Capital

Según  registros oficiales, el sujeto en cuestión tiene domicilio en el barrio porteño de Villa del Parque y figura como dedicado al “servicio de transporte automotor urbano y suburbano no regular de pasajeros de oferta libre; excepto mediante taxis y remises, alquiler de autos con chofer y transporte escolar”, es decir, a través de aplicaciones de viajes.

Detalles

De acuerdo con la investigación en curso, todo comenzó cerca de las 21, cuando Cristina Fernández de Kirchner regresó a su domicilio luego de una jornada de trabajo en el Senado. En esas circunstancias, en un momento dado empezaron los incidentes y después del intento de asesinato, el sospechoso escapó del lugar corriendo por la calle Uruguay, pero fue perseguido por cinco personas que lograron reducirlo a la altura de su intersección con Talcahuano.




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