Es la primera vez en la historia de las sesiones de asambleas de concejales y mayores contribuyentes donde se trata la ordenanza que fija el aumento de tasas, que "hay un absoluto silencio". No emitieron su opinión ni quienes votaron a favor ni quienes votaron en contra.
Miguel Bolaños
Renglón aparte merece el vecino Miguel Bolaños, quien desde hace muchos años se anota para poder ser mayor contribuyente. Es un estudioso de las ordenanzas y disposiciones. En este caso fue pedido para que sea mayor contribuyente el concejal Walter "Coco" Fernández, de la Coalición Cívica.
Como ocurrió en una asamblea realizada este año, no se le permitió expresar sus fundamentos para expresar su voto negativo. El argumento del presidente del Concejo Deliberante, Fabio Báez, fue que no hizo uso de la palabra cuando se inició el tratamiento del proyecto. Bolaños quiso hablar cuando se estaba tratando los artículos en particular. Bolaños se enojó y se retiró.
Lo curioso fue que ninguno de los concejales de la oposición salieran en su defensa o cuestionaran la actitud de Báez.
Es la primera vez que a un concejal o mayor contribuyente no se le permite la palabra.
Debate sobre el quórum
Pero al retirarse Bolaños, quedaron 12 mayores contribuyente. Aquí se abre un debate porque la ley orgánica de las Municipales establece en su artículo 99 que para que se inicie la asamblea, debe haber 3 concejales y 13 mayores contribuyentes.
Bolaños interpreta que al haber solo 12 concejales, la sesión perdió quórum. Por su parte, el titular del cuerpo, Fabio Báez, interpreta que la presencia de 13 concejales y 13 mayores contribuyentes es solo para el quórum y que no importa que en el desarrollo de la sesión se levanten los concejales o los mayores contribuyentes.
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